Justin Bieber y su padre se dieron un festín pantagruélico, pecado de gula, en una reciente vista a Las Vegas. La pareja hizo un uso intensivo del servicio de habitación durante su visita a la capital de los vicios y el juego.
Justin Bieber puede ser flaquito, pero puede ingerir cantidades ingles de comuda. El cantante invitó a su padre a pasar unos días en Las Vegas, Jeremy para ver una pelea en el UFC en Las Vegas el 2 de julio. Después de la pelea se dirigieron a la suite del ático en la Torre de El paraíso en el Hard Rock Hotel & Casino y ordenó una tonelada de comida de servicio de habitaciones.
La pareja de padre e hijo pidieron pizza, alitas de pollo, churros y mucho más.
Bieber es conocido por su apetito. Pero el festin que se ha dado en Las Vegas tardará en olvidarlo.
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