sábado, 23 de julio de 2011

Auriculares: el tamaño importa

Definitivamente, los auriculares minúsculos se han pasado de moda. El proceso de miniaturización, la nanotecnología y la famosa ley de Mies Van der Rohe, «menos es más», ha sido barrida por la moda de los cascos tamaño XL. Los mp3, ipods y «sifones» cada vez son más diminutos, pero si quieres ir a la moda y destacar entre la multitud de urbanitas que hacen «jogin», pasean en bicicleta o caminan en estado de trance oyendo música, como si estuvieran en una sala de grabación, hay que agenciarse unos auriculares tan desmesurados que se vean a la legua y destaquen por sus brillantes colores.
Lo megagrande es chic y la moda urbana obliga a que los auriculares, ocultando las orejas o colgando indolentes alrededor del cuello, combinen con el color de tu ropa de marca. Por tanto, Gucci y D&C los fabrican personalizados para no desentonar en el tenis o en el club náutico. La pasión por las marcas, en una sociedad que las luce como una inscripción divina, es esencial para cuantos quieren destacar, gustosos de caer víctimas de la moda juvenil. A los pijitrendis de la generación digital más «in» les gusta armonizar las náuticas bicolores, la camiseta de Diesel y los pantalones de Carolina con los refulgentes cascos que lucían los jugadores de la Selección Nacional a la vuelta del Mundial. ¿La marca? Los carísimos Monsters: los cascos de alta gama «Beats Studio» de Dr. Dre, diseñados por el ingeniero Robert Brunner. ¿Su precio? entre 200 y 400 euros. Su estilizado diseño y las suaves almohadillas permiten aislarte del mundo y tener una experiencia sensorial rayana en la epifanía musical. Notar el latido de los graves más profundos, volar con los alados agudos y arrullarte con una gama vocálica cristalina como el murmullo de la Alhambra de Granada los convierten en los favoritos de los raperos Dope Boys y The Game, modelos Hip Hop de la juventud que parece ir por la calle como DJ´s virtuales pinchando en el aire.
Lo que importa es el color de la superficie esmaltada, ya sea rojo, negro o blanco –el color «megacool»–, igual que el verde pistacho es el color favorito de las chicas que no pueden quitarse de la cabeza los Panasonic, modelo «Old School» o los Bose con cristales de Swarovski. Y para ir ligero de cascos, el color crema de la elegante firma sueca Wesc (WeAreSuperlativeConspiracy), pioneros del diseño de auriculares dedianos. Pero los extra guay que molan son los firmados por las estrellas pop: Lady Gaga, P. Diddy y Justin Bieber. ¡Son lo más de lo más! A este paso, la sección de cedés y deuvedés lo ocuparán los dispositivos electrónicos musicales y la más colorista y amplia gama de auriculares. Un negocio que comenzó en 2008 y que ya factura en Estados Unidos 242 millones de dólares. Ante tal oferta, los tendenciosos han decretado que cuanto más grande, más hortera. Los pijitrendis se han decantado por lucir cascos medianos, los refinados y elegantes Sennheiser, mientras que los chunguicool siguen anclados en ochenteros cascos de DJ, tipo Sugarhill Gang, para sudar la gota gorda en pleno verano. ¿Pero qué moda no exige un gran sacrificio?






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